PromociÛn Inmobiliaria y Procesos de ConstrucciÛn de Regiones Metropolitanas: El caso de Madrid

El fenÛmeno conocido como ìciudad dispersaî, ìciudad difusaî o ìestallido urbanoî aparece datado desde los aÒos setenta en la bibliografÌa cientÌfica (Bauer & Roux, 1976; Indovina, 1990; Garreau, 1991; Choay, 1994; Fishman, 1994; Dupuy, 1995; Jenks, Burton & Williams, 1996) al describir y analizar las transformaciones acaecidas en las grandes ciudades que experimentan importantes pÈrdidas de poblaciÛn, especialmente en sus ·reas centrales en beneficio de las coronas coronas metropolitanas, e incluso m·s recientemenet en direcciÛn a municipios hasta muy recientemente de base rural. En nuestra contribuciÛn nos ocuparemos de cÛmo los municipios rururbanos se convierten en receptores de una clientela residencial de origen urbano, que huye de los elevados precios de suelo y vivienda en las ·reas centrales, de sus problemas de congestiÛn y contaminaciÛn, entre otros motivos, al mismo tiempo que se ve atraÌda por las ventajas comparativas de estas nuevas ·reas residenciales (precios de vivienda competitivos, nuevas tipologÌas de vivienda unifamiliar de baja densidad, ìideologÌa clorofilaî asociada a nuevos estilos de vida, amplios espacios libres pero no siempre de unas y suficientes de equipamientos). Este proceso, ampliamente documentado en otros modelos urbanos (anglosajÛn, centroeuropeo) desde las primeras dÈcadas del siglo XX , llegÛ a las ciudades espaÒolas en los aÒos 80 coincidiendo con el boom inmobiliario de su segunda mitad, pero se ha acentuado an m·s en la segunda mitad de los 90, perÌodo tambiÈn caracterizado por el encarecimiento de la vivienda en general, pero sobre todo en las grandes ciudades. La RegiÛn Urbana de Madrid ejemplifica elocuentemente el paralelismo entre las incidencias en el mercado inmobiliario y los procesos de construcciÛn o maduraciÛn de las metrÛpolis postindustriales. La casi total autonomÌa de la vivienda respecto al mercado de trabajo (resuelto a nivel del conglomerado metropolitano) est· dando lugar con otros contenidos sociales y otras modalidades promocionales a una nueva generaciÛn de asentamientos residenciales cada vez a mayor distancia de la ciudad-central. Se diferencian de las ciudades-dormitorio de los aÒos 60 tanto en la procedencia de la poblaciÛn (de origen intrametropolitano), como por su composiciÛn sociodemogr·fica (matrimonios jÛvenes de clase media-baja) y por las tipologÌas residenciales (predominio de la vivienda unifamiliar). El modelo promocional tambiÈn difiere por su tamaÒo, procedencia de la iniciativa e incluso modalidades de financiaciÛn. La presencia, en cambio, de operaciones pblicas tanto de suelo como de actividad econÛmica o de infraestructuras asÌ como las polÌticas de reequilibrio territorial propiciadas desde la Comunidd AutÛnoma proyectan hacia el futuro dudas sobre la maduraciÛn de este tardÌo modelo residencial disperso. Hoy por hoy el modelo presenta m·s interrogantes y carencias que razones de elogio, sobre todo si se valoran sus externalidades negativas desde la perpsectiva de los costes sociales que desencadena y de los criterios de sostenibilidad.