De Rotterdam A Ayamonte. La Peripecia De Un Cargamento De Falsa Moneda En 1607

Como resultado de la crisis fiscal que Felipe III heredó de su padre, el Consejo de Hacienda decidió en 1602 acuñar moneda de cobre (vellón) sin contenido alguno de plata. Las nuevas monedas mantuvieron sin embargo su valor nominal, que superaba al intrínseco. Como al mismo tiempo también permaneció inalterada la moneda de plata, resultó un próspero negocio la falsificación de la moneda de vellón y el cambio de ésta por la de plata. Tanto en España como en Francia, Inglaterra y las Provincias Unidas surgieron talleres donde se fabricaba la nueva moneda de cobre. Esta situación hizo empeorar la calidad del medio monetario castellano. Todavía se volvió más grave cuando en 1604 y 1609 las paces con Inglaterra y las Provincias Unidas reabrieron el comercio con España permitiendo la salida de plata. Un análisis comparativo de las acuñaciones de plata en Francia e Inglaterra entre 1598 y 1616 muestra cómo éstas crecieron tras la vuelta a la paz y al comercio entre ambos países y España, pero también cómo disminuyeron cuando las Provincias Unidas firmaron la Tregua de 1609.