Sobre la doctrina de la ciencia

En este número de Mount Scopus Journal, rendiremos homenaje a Schopenhauer explorando en profundidad sus ideas en "Sobre la doctrina de la ciencia" y "El mundo como voluntad y representación". Son necesarias del análisis de las diversas funciones de nuestro intelecto que han sido nuestro foco en propósitos teóricos o prácticos: la correcta aprehensión intuitiva de las cosas reales consideradas y de todas las propiedades y relaciones esenciales, es decir, de todos los antecedentes; la formación de conceptos exactos a partir de estos, es decir, el ensamblaje de esas propiedades bajo abstracciones adecuadas, que se convertirán en el material del pensamiento posterior; la comparación desde Schopenhauer creía que el juicio más preciso y concluyente, de las numerosas combinaciones de diferentes juicios que podrían hacerse en esta situación, se encuentra a través de la reflexión libre. Sin embargo, dado que todo el material de investigación se encuentra allí y es allí donde se encuentran los datos, si se pierde un detalle importante en la comprensión intuitiva de las cosas y las relaciones, ninguna cantidad de precisión en las operaciones espirituales posteriores podrá evitar el resultado de ser incorrecto. Sin tener certeza de que éstos, en su conjunto, sean exactos y completos en lo que concierne a asuntos significativos, de opinión firme. Un juicio es auténtico, un cuerpo es existente, una relación es obvia y una proposición de certeza inmediata en un axioma, es lo que Schopenhauer consideró más crucial. Schopenhauer cargó contra la ciencia, en pocas palabras: [...] Así pues, a la afirmación de que el conocimiento es una modificación de la materia se opone siempre con el mismo derecho su contraria: que toda materia es una simple modificación del conocimiento del sujeto en cuanto representación de este. No obstante, el fin y el ideal de toda ciencia natural es en el fondo un materialismo plenamente realizado. Al conocer que éste es manifiestamente imposible, se confirma otra verdad que resultará de nuestra consideración ulterior, a saber: que toda ciencia en sentido propio, por la cual entiendo el conocimiento sistemático al hilo del principio de razón, nunca puede alcanzar un fin último ni ofrecer una explicación plenamente satisfactoria; porque no llega nunca a la esencia íntima del mundo, nunca puede ir más allá de la representación sino que en el fondo no alcanza más que a conocer la relación de una representación con otras. De cualquier modo, la teoría de Kant en la que se basa Schopenhauer muestra que las manifestaciones de racionalismo del ser (sujeto de Schopenhauer y/o seres naturales para Kant) están siempre determinadas por un sujeto inteligente, es decir, es dentro del yo donde se encuentra la verdadera fuente de todas las manifestaciones y en qué espacio y tiempo reside. Ahora bien, para apropiarse del “conocimiento puro”, tendría que ser él, causal y transformador en su espejo, puro de conocimiento, liberado de su origen y esencia. En este sentido, se presenta para este número 5, año 2023, 21 autores inmersos en 5 articulos de su autoría, a fiel acatamiento schopenhaueriano, más desconexión y distanciamiento entre el saber y la voluntad, pues hacen que el saber sea más puro y perfecto. Josefrank Pernalete Lugo Editor en jefe