Para qué enseño matemática

La esencia de este artículo, aunque indirectamente, es que los docentes dedicados a la enseñanza de las matemáticas lleguemos a cuestionar nuestro desempeño y mantengamos activa, como parte del método con que enseñamos, la interrogante básica: ¿Estamos contribuyendo al desarrollo de la mente, a formar y desarrollar habilidades, incluso a crear valores y sabiduría?, ¿Cuántos de los que enseñan matemáticas se harán esta pregunta?, ¿cuántas veces? La respuesta sincera que cada profesor dé a la pregunta, ¿para qué enseño matemática? es la clave del modo de enseñar, y en consecuencia del modo de aprender. El desarrollo de este texto lo haré a través del análisis de situaciones problémicas (ejercicios muchos ya conocidos) representativas, me parece el modo más efectivo, además no sabría hacerlo de otra manera. Como es lógico entre los criterios para la exposición de los procedimientos subyacen las líneas directrices para la enseñanza de las matemáticas, los conceptos teóricos básicos, los principios didácticos y el reconocimiento de los fundamentos teóricos cognoscitivos más generales. El texto no es, necesariamente, un libro de metodología para la enseñanza de las matemáticas, ni presume ser recetario para nadie, es sencillamente un corto compendio de consideraciones que comparte un profesor que durante más de cuatro décadas ha intentado enseñan matemáticas. Es comprensible que solo abarque una parte de los contenidos que se desarrollan en el nivel medio, pero serán suficientes por la extensibilidad de los procedimientos y el propósito de exhortación a la búsqueda por cada profesor conforme a su contexto.