El camino hacia una gestión de la integridad

Argentina se encuentra a la espera de su inclusión como miembro pleno de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo –OCDE-. En este sentido ha presentado un Plan de Acción 2016/2017, que incluye reformas en áreas de políticas públicas, con el objetivo de fortalecer el crecimiento económico, la competitividad y las instituciones. Sin dudas, uno de los puntos fundamentales que la OCDE fomenta y trabaja en los países miembros o candidatos a serlo, es la integridad pública. Si bien, la Oficina Anticorrupción ha solicitado la realización de un diagnóstico a la mismísima OCDE, este trabajo avanza sobre el tema a fin de analizar las fortalezas y las debilidades que tiene el Gobierno Nacional en cuanto a poder sostener en el tiempo una gestión basada en la integridad, tal como recomienda la OCDE. En estos días el tema está en agenda pública, debido a la aparición de cuadernos en los que un chofer relata distintos circuitos de retorno de dinero. Mientras empresarios y ex funcionarios desfilan por los tribunales, la sociedad se sorprende por las revelaciones exigiendo justicia y el castigo correspondiente. Es el momento justo para repensar y mejorar en cuanto a la integridad, a fin de evitar que una situación similar se de en el futuro.