Presentación

Con el número 33 se cierra el año XIX de Economía y Sociedad, ya circula desde el 1 noviembre de 2015 la convocatoria del número 34, año XX, dedicada al “Pensamiento Crítico Latinoamericano”. La revista -a partir del número 34- comienza a trabajar la recepción, evaluación y comunicación con los autores y dictaminadores a través del Open Journal Systems. Los artículos aceptados para el número 33 estuvieron -como en la mayoría de los otros números- en movimiento permanente.El debate técnico entre autores y dictaminadores anónimos se desarrolló de manera intensa durante cuatro meses. Otros trabajos continúan en esta dinámica, unos más lamentablemente fueron rechazados. Economía y Sociedad insiste en que las revistas académicas deben brindar certeza a los autores en relación con la publicación o no de sus documentos dentro de plazos fijos, independientemente de la cantidad de artículos que tengan que dictaminarse. En caso de que sean muchas contribuciones, los Directores de las Revistas y los Jefes de Edición deben realizar trabajos extraordinarios sin perder calidad. Economía y Sociedad tiene el compromiso de dar respuestas oportunas a quienes participan en sus convocatorias. El mismo dictaminador sale favorecido con la implementación de medidas de eficiencia -con respecto al tiempo de entrega- porque ellos también pueden ser autores. Se solicita -además- a los revisores que analicen los artículos de forma constructiva, señalando errores, omisiones y aciertos, aun cuando se considere que debe descartarse la publicación del trabajo. Bajo ningún sentido se toleran comentarios ofensivos ni groseros en los dictámenes, Economía y Sociedad los considera inaceptables. Dictaminadores que incurran de forma reiterada en este tipo de comentarios dejan de ser dictaminadores de la revista. El número 33 está compuesto por dos artículos en la sección de dossier y cuatro en la sección de temas económicos abiertos y áreas afines. El dossier gira sobre la innovación tecnológica en el proceso económico. Hinkelammert y Mora (s/a) exponen que el marco categorial de la modernidad se sostiene en mitos y contiene también sus propios mitos. Entre los mitos que contiene se encuentran los mitos del progreso técnico infinito, del crecimiento económico infinito, de la eficiencia total. Los autores (s/a) consideran que se puede contestar al marco categorial de la modernidad y a sus mitos desarrollando otro marco categorial a partir de la afirmación de la vida humana. Este marco también se sostiene y contiene sus mitos, pues no puede haber interpretación de los hechos sin una determinada razón mítica. La pretendida objetividad de las ciencias empíricas, de igual manera, parte de interpretaciones basadas en mitos. Los movimientos sociales que defienden posiciones relacionadas con la protección de la Tierra y la preservación de la vida humana han recibido -a veces- respuestas condenatorias basadas en la cientificidad moderna, pues algunos físicos y científicos sociales analizan los problemas de la naturaleza en términos de mecanismos de funcionamiento, consideran a la Tierra como hipótesis, como producto de la acción humana. La Tierra como hipótesis aparece en los mitos del progreso técnico infinito, del crecimiento económico infinito, de la eficiencia total. Estos mitos aplastan todo lo real porque la Tierra no es ninguna hipótesis. Parafraseando a Hinkelammert y Mora (s/a): ¿En la búsqueda de las soluciones de los problemas actuales del mundo, hay que recurrir a los marcos categoriales de protección a la Tierra o a los marcos categoriales de la modernidad (donde está incluido el mito del progreso técnico infinito)? La respuesta a esta pregunta se obtiene con otra pregunta: ¿Cuál marco categorial es el aliado directo de la defensa de la vida humana? La contestación es obvia, aunque existen velos en la modernidad que oscurecen la obviedad. La operación de estos velos ha sido altamente efectiva. El asunto no está en quitar el análisis vía mecanismos de funcionamiento ni el progreso técnico, éstos son necesarios, pero deben tener posiciones auxiliares en los estudios de lo real (la Tierra). Considerar al progreso técnico como infinito choca con los marcos categoriales de protección de la Tierra. Se hablaría -por tanto- de progreso técnico, no de progreso técnico infinito, este último es un mito. En este número de Economía y Sociedad, Rita Silvestre y Félix Chamú -en su artículo- miden el comportamiento de la eficiencia técnica, el cambio tecnológico y la productividad total de las unidades académicas de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, para el periodo 2004-2014, usando el índice Malmquist. Yaotzin Sosa y María de la Luz Martín, por su parte, presentan a los sistemas de calidad como recursos de gestión del conocimiento que ayudan a que las empresas alcancen una mejor posición en los mercados. Los autores muestran cómo se crea -en las firmas- el conocimiento mediante las ideas que generan los trabajadores y los sistemas de gestión de la calidad y también cómo se producen los saberes en las unidades económicas que no tienen estos sistemas. Las dos contribuciones anteriores conforman la sección del dossier. El trabajo de María Fernández, Hernán Vigier, Anahí Briozzo y Lisana Martínez abre la sección de temas económicos generales. Estos autores desarrollan un análisis del Banco Grameen, el principal precursor de los microcréditos a nivel mundial, y sugieren medidas para su reformulación en relación con la operación de las instituciones de la banca pública de Argentina. En otro artículo, Araceli Uribe y Pablo Chauca exponen que el concepto de seguridad tiene múltiples significados dependiendo del ámbito, momento histórico y de la disciplina del conocimiento que se trate, afirman que ha ido evolucionando, que ya entró a los espacios de la complejidad. Octavio Stacchiola -en su contribución- presenta las relaciones que se dieron entre prácticas culturales y construcción de identidades juveniles en Argentina durante parte de la segunda mitad del siglo pasado, el autor da cuenta de algunas experiencias donde jóvenes de clases populares crearon vía cultura una socialización política específica. Jorge Ivars, finalmente, analiza los vínculos entre la dinámica estandarizante de los mercados mundiales y los productores agro-industriales de Mendoza, Argentina. Ivars busca mostrar la forma en que los productores agroindustriales entienden a los mercados de Occidente, el autor se aproxima a un concepto de eficiencia en el contexto de las demandas de mercados globalizados. Con el número 33, Economía y Sociedad espera alimentar líneas de investigación. La revista reitera su compromiso con los autores que deciden participar con sus trabajos y con el auditorio especializado en el estudio de los fenómenos económicos y sociales.