La auditoría: más allá de la razonabilidad y el control

Este análisis se realizó considerando los tipos de auditoria que se desarrollan con más frecuencia en nuestro ámbito: financiera, operativa, sistemas de gestión, calidad y riesgo laboral. Se puede observar que cada una se desarrolla en áreas diferentes de la organización, el objetivo que se persigue es la mejora de los procesos y la satisfacción de clientes internos y externos. Tanto el profesional Auditor, como la actividad en si han desarrollado procedimientos propios, en razón que están soportados en criterios distintos y por lo tanto las actividades en las cuales se debe poner mayor énfasis pueden variar. En ninguna se debe perder el control inherente de las actividades o el riesgo que recae en las cuentas que conforman un estado financiero por su naturaleza. Es en ésta posibilidad o probabilidad en la que como organismo de control y asesoría, se debe intervenir para mitigar o disminuir el conflicto. Como organismo de control, no sólo analiza y evalúa las actividades. Revisa el medio en que el personal se desenvuelve, propiciando un ambiente seguro de trabajo. Al interrelacionarse con otras actividades de la empresa, no solo aporta con recomendaciones para que la organización alcance eficientemente sus objetivos, sino que como departamento su trabajo se enriquece al conocer otros aspectos que no cuantitativos. De esta manera, se deja claro que las actividades de auditoria no son limitadas a los análisis financieros y evaluaciones de riesgos y control interno, sino que además de ellas interactúan con las demás actividades de la organización, brindando no solo recomendaciones en cuanto al cumplimiento y responsabilidad, sino que aporta desde un punto de vista objetivo y constructivo, la mejora continua.