Colombia

“Al comenzar el nuevo mandato presidencial en agosto de 1990, la reestructuración y modernización del Estado y la economía se plantearon como ejes centrales del programa de gobierno. En el lenguaje coloquial del Presidente, el lema central era el "revolcón institucional" que tendría lugar en su administración. Como se senaló en la anterior entrega de este informe, la aceleración inflacionaria que se venía presentando desde 1986 amenazaba convertirse en un serio limitante para consolidar el proceso de reforma estructural que había dado sus primeros pasos durante los últimos meses del gobierno anterior, y para los propósitos de conducir a la economía colombiana hacia una senda estable con altas tasas de crecimiento económico. Pocos días después de la posesión del nuevo Ministro de Hacienda, la dimensión del problema de precios llevó a las autoridades a tomar conciencia sobre la necesidad de supeditar las políticas de estabilización y crecimiento al control de este flagelo. Los lemas de "quebrarle el espinazo a la inflación" y "apretarse el cinturón" rápidamente desplazaron al del "revolcón" en los pronunciamientos oficiales. Lo anterior no fue impedimento para que a finales de 1990, antes que empezaran a adoptarse medidas drásticas sobre control a la inflación, el gobierno presentara al Congreso un gran paquete de propuestas de reforma estructural que cubría prácticamente todos los campos en materia económica y social: financiero, fiscal, cambiario, laboral, etc.”